21 de noviembre de 2012

Escapar de la realidad

Hoy, llegué a mi casa después de una guardia "tranquila" pero una madrugada terrible, con el peor desenlace que puede haber, sólo para continuar con la consulta externa infinita, sin desayunar y con la moral por los suelos... cerré la puerta, arrojé las llaves, entré a mi habitación, prendí los ventiladores, me tiré en la cama, cerré los ojos y... escapé de la realidad... 


Aterricé en lo que parecía un refugió, y observé muchas caras conocidas de viejos compañeros, pero a mi me miraba cansado, por no decir enfermo ya que en tres ocasiones vomité en proyectil (como la niña poseída de "El Exorcista" ) sentía claramente que algo no andaba bien. Después salíamos como a un pasillo y entonces a partir de ahí no recuerdo muy bien lo que sucedió posteriormente... Solo recuerdo que estaba cambiándome de ropa deportiva y en eso hice memoria de que tenía que ir a mis sesiones deportivas vespertinas. Abrí los ojos y vi el rojo atardecer por la ventana, con un dolor en el abdomen que me hacía hacer tierra de que ya estaba nuevamente en la realidad... ¿o viceversa? 

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